Un exdiplomático estadounidense que fungió como embajador de Estados Unidos en Bolivia fue arrestado como parte de una extensa investigación de contraespionaje del FBI, acusado de servir en secreto como agente del gobierno de Cuba, según se enteró The Associated Press.
Manuel Rocha, de 73 años y nacido en Colombia, fue arrestado en Miami el viernes por una denuncia penal y se tiene previsto que se hagan públicos más detalles sobre el caso en una comparecencia ante el tribunal el lunes, dijeron dos personas que hablaron con la AP bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a discutir una pesquisa federal en curso.
Una de las personas dijo que el caso del Departamento de Justicia acusa a Rocha de trabajar para promover los intereses del gobierno cubano. La ley federal exige que las personas que trabajan para un gobierno o entidad extranjera dentro de Estados Unidos se registren en el Departamento de Justicia, que en los últimos años ha intensificado la represión penal de los grupos de presión extranjeros ilícitos.
El Departamento de Justicia rechazó hacer comentarios. No se pudo contactar al abogado de Rocha y una firma de abogados en que trabajó anteriormente afirmó que no lo representaba. Su esposa colgó el teléfono cuando la AP se puso en contacto con ella.
Rocha desarrolló su carrera diplomática durante 25 años, tanto bajo gobiernos demócratas como republicanos, gran parte de ella en América Latina durante la Guerra Fría —un periodo de directivas políticas y militares estadounidenses que en ocasiones fueron severas. Sus cargos diplomáticos incluyeron una temporada en la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en una época en que Washington carecía de relaciones diplomáticas plenas con el gobierno comunista de Fidel Castro.
Rocha creció en un hogar de clase trabajadora en Nueva York y obtuvo una serie de títulos en Bellas Artes en Yale, Harvard y Georgetown para después incorporarse al servicio exterior en 1981.
Fue el principal diplomático estadounidense en Argentina entre 1997 y el 2000, cuando un programa de estabilización monetaria de una década de duración respaldado por Washington se desmoronaba bajo el peso de la enorme deuda externa y el estancamiento del crecimiento, desencadenando una crisis política que llevaría al país sudamericano a pasar por cinco presidentes en dos semanas.
En su siguiente puesto como embajador en Bolivia, intervino directamente en la contienda presidencial de 2002, advirtiendo semanas antes de la votación que Estados Unidos cortaría la ayuda al empobrecido país sudamericano si elegía al exproductor de coca Evo Morales.
Rocha también sirvió en Italia, Honduras, México y la República Dominicana, y trabajó como experto en América Latina para el Consejo de Seguridad Nacional.
La esposa de Rocha, Karla Wittkop Rocha, no quiso hacer comentarios cuando la AP la contactó. “No necesito hablar con ustedes”, dijo antes de colgar.
Después de su retiro del Departamento de Estado, Rocha comenzó una segunda carrera en los negocios, fungiendo como presidente de una mina de oro en la República Dominicana propiedad parcialmente de la compañía canadiense Barrick Gold.
Más recientemente, ocupó altos cargos en XCoal, un exportador de carbón con sede en Pensilvania; Clover Leaf Capital, una empresa formada para facilitar fusiones en la industria del cannabis; el despacho de abogados Foley & Lardner y los despachos españoles de relaciones públicas Llorente & Cuenca.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.