El Tribunal Supremo de Brasil ordenó investigar al presidente Jair Bolsonaro por afirmar falsamente que las vacunas contra el covid-19 podrían aumentar el riesgo de contraer el sida.

Los comentarios se hicieron durante una transmisión en vivo en múltiples plataformas de medios sociales en octubre, donde afirmó que las personas vacunadas en el Reino Unido habían contraído el sida más rápidamente. Posteriormente, Facebook e Instagram retiraron el vídeo, y YouTube suspendió el canal del presidente brasileño durante una semana por infringir las normas relativas a la desinformación.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida afirma que las vacunas contra el covid-19 aprobadas por las autoridades sanitarias son seguras para la mayoría de las personas, incluidas las que viven con el VIH.

La orden del tribunal supremo se produjo el viernes en respuesta a una solicitud de una comisión parlamentaria, que ha estado llevando a cabo una investigación sobre el manejo ampliamente criticado de Bolsonaro de la pandemia de coronavirus en Brasil.

En el pasado, Bolsonaro ha repetido afirmaciones no científicas sobre el covid-19 y se ha negado a vacunarse, diciendo que sería “el último brasileño” en hacerlo. Ha desestimado la seriedad del virus en sí mismo, calificándolo de “pequeña gripe”, y no ha proporcionado ningún respaldo científico para relacionar las vacunas contra el covid-19 con el sida.

El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, ordenó que la PGR (Procuraduría General de la República) lleve a cabo una investigación supervisada por el tribunal para determinar si las afirmaciones hechas en octubre están relacionadas con la campaña de desinformación organizada por la que se investiga a los partidarios de Bolsonaro.

La campaña de desinformación supuestamente deliberada ha dado lugar a la detención de varios aliados de Bolsonaro y la presión para investigarlo ha ido en aumento.

El juez sentenció que Bolsonaro había “utilizado el modus operandi de los esquemas de difusión masiva en las redes sociales”, lo que requiere una mayor investigación.

La comisión investigadora del Senado de Brasil ya había presentado un reporte en octubre que acusaba a Bolsonaro de cometer nueve crímenes durante el manejo de la pandemia, incluyendo crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, el reporte de 1,300 páginas, que fue entregado a la oficina de la PGR de Brasil – que fue nombrada por Bolsonaro – ha resultado en poca o ninguna acción contra el presidente.

El máximo tribunal dijo que monitoreará el progreso de la investigación que realiza la PGR. “Para que la supervisión judicial se lleve a cabo de manera efectiva y completa, es indispensable que se presenten documentos que muestren el estado de la investigación en cuestión”, dijo Moraes.

La pandemia ha golpeado duramente a Brasil. Con más de 22 millones de contagios y 615.400 muertes, Brasil es el segundo país con mayor número de muertes por coronavirus, solo por detrás de EE.UU., y ocupa el tercer lugar en el recuento de casos totales, después de India.

Bolsonaro es el solo líder del G20 que no se ha vacunado. Pero a pesar del retraso en el inicio, Brasil ha conseguido vacunar al 63 por ciento de su población, según datos del gobierno.

Agencias