Quito, 5 abr (Prensa Latina) La embajada de México en Ecuador está hoy rodeada de policías y militares tras la decisión del gobierno anfitrión de declarar persona non grata a la jefa de la misión diplomática mexicana, Raquel Serur.

La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, señaló que las fuerzas del orden se encuentran allí como parte de las acciones del Estado de protesta y rechazo a las declaraciones del presidente de aquella nación, Andrés Manuel López obrador, sobre el proceso electoral en el país andino.

En una entrevista este viernes con la emisora local FM Mundo, Sommerfeld aclaró que las relaciones diplomáticas bilaterales no se han roto, pero confirmó que la embajadora debe abandonar el territorio ecuatoriano en 72 horas.

La ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana informó que hace unas semanas estuvo en Quito un delegación de la cancillería mexicana, enviada por su titular Alicia Bárcena, y abordaron diversos temas, incluso un posible encuentro entre los presidentes de ambos Estados.

La decisión de Ecuador de declarar a Seur como persona non grata es considerada un desacierto de la política exterior de la nación andina que tensa la relación diplomática bilateral.

Según Sommerfeld, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se inmiscuyó en asuntos interno de Ecuador con pronunciamientos sobre las elecciones de 2023 en esta nación andina y también sobre el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, el 10 de agosto pasado.

El exvicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas, señaló que la medida, basada en los comentarios recientes de López Obrador, es totalmente desproporcionada.

“El presidente de México no habla del presidente de Ecuador, no ataca a nadie, no opina. Sólo hace un relato de un hecho y llama a tener cuidado en México. Había otras medidas previas a esta”, comentó Lucas.

Algunos periodistas también reaccionaron a lo sucedido, uno de ellos el también escritor Orlando Pérez, para quien la medida parece otra novatada de Sommerfeld, una orden de la embajada estadounidense o simplemente distracción para no atender la crisis múltiple de Ecuador.

“¿Por qué no hacen lo mismo cuando el embajador gringo habla de la política interna o de lo que debe hacer Daniel Noboa?”, se cuestiona Pérez.

La medida del gobierno del presidente Daniel Noboa llega mientras el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, considerado un perseguido político, se encuentra en calidad de huésped en la sede diplomática mexicana en Quito a la espera de una respuesta de solicitud de asilo.

El 2 de marzo pasado, México no autorizó el ingreso de la policía ecuatoriana a su embajada para detener a Glas, sobre quien pesa una orden de prisión.

Ese pedido de la cancillería de Ecuador para capturar al exvicegobernante fue considerado un absurdo y parte de la persecución política en contra del político, miembro de la RC, cuyo líder es Rafael Correa.

mem/avr