LONDRES (AP) — Estar del otro lado del mundo no impide a Gran Bretaña solicitar unirse a una asociación comercial que se extiende por el océano Pacífico y sus alrededores.

Un año después que se retirara formalmente de la Unión Europea, el gobierno británico anunció el sábado su deseo de sumarse a 11 países en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés) .

La secretaria para el Comercio Internacional, Liz Truss, se apresta a conversar el lunes con funcionarios de Japón y Nueva Zelanda para presentar formalmente la solicitud. Está previsto que las negociaciones comiencen este año.

El gobierno británico asegura que integrarse en la asociación estrechará los vínculos con economías de veloz crecimiento como México, Malasia y Vietnam.

Estados Unidos, la economía más grande del mundo, no pertenece a la asociación. El expresidente Donald Trump retiró a su país del antecesor del CPTPP, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés. China, la segunda economía más grande del mundo, tampoco forma parte del CPTPP.

Reino Unido busca integrarse en el convenio para que la economía británica se beneficie de una reducción a aranceles. El gobierno afirma que la asociación elimina los aranceles a 95% de las mercancías comerciadas entre los miembros.

El acuerdo es mucho más flexible que el de los miembros de la Unión Europea, de la que Gran Bretaña se retiró formalmente el 31 de enero de 2020, porque el acuerdo transpacífico no implica una integración política profunda.

“Solicitar ser el primer nuevo país que se integre en el CPTPP muestra nuestra ambición de hacer negocios en las mejores condiciones con nuestros amigos y socios en todo el mundo y ser un defensor entusiasta del libre comercio global”, señaló el primer ministro Boris Johnson.

El comercio entre Gran Bretaña y los socios alcanzó 111.000 millones de libras (unos 152.000 millones de dólares) en 2019 y Japón representó casi una cuarta parte de ese intercambio. A pesar de su importancia, la cantidad es más o menos seis veces menor que los negocios entre Gran Bretaña y la UE.