Por Julia Ainsley para NBC News

WASHINGTON – Mientras miles de migrantes hondureños se dirigen a la frontera de Estados Unidos, la Administración entrante de Biden, a solo unos días de asumir el cargo, tiene un mensaje: No vengan ahora.

El presidente electo, Joe Biden, ha prometido el fin de las estrictas políticas de inmigración de la Administración Trump, que se centraron en construir un muro fronterizo y restringir la elegibilidad para el asilo.

Pero esas promesas pueden ponerse a prueba en los primeros días del nuevo Gobierno. Si los posibles emigrantes de América Central perciben que ahora es el momento de viajar a Estados Unidos, la frontera sur podría verse rápidamente abrumada antes de que se establezcan sistemas para manejar la afluencia.

Un alto funcionario del equipo de transición de Biden dijo que la percepción de que la Administración podrá permitir que todos los solicitantes de asilo que lleguen ingresen a Estados Unidos para presentar su solicitud el primer día es falsa.

“La situación en la frontera no se transformará de la noche a la mañana”, dijo el funcionario de transición a nuestra cadena hermana NBC News en una entrevista exclusiva.

Pero el funcionario se negó a decir cuándo podrían venir a Estados Unidos los solicitantes de asilo y si serán detenidos mientras esperan una audiencia judicial.

Se estima que 9,000 migrantes hondureños están huyendo de regiones con escasez de alimentos devastadas por dos huracanes, la sequía y las dificultades económicas. El viernes por la noche, unos 2,000 miembros de la caravana pasaron por delante de las autoridades guatemaltecas y entraron a Guatemala sin mostrar documentación o pruebas negativas de COVID-19, informó la agencia de noticias The Associated Press. La caravana puede llegar a la frontera de Estados Unidos en las próximas semanas.

Si bien algunas personas se pudieron motivar por la promesa de un camino más fácil hacia Estados Unidos, en el pasado se han producido aumentos en la inmigración en torno a las elecciones estadounidenses y las transiciones de poder.

Hubo un aumento en la migración a fines de 2016 y principios de 2017, justo antes de que Trump asumiera el cargo, y las caravanas de Centroamérica llegaron al sur de California en 2018, alrededor de las elecciones de mitad de período.

El asesor de Trump, Stephen Miller, el halcón de inmigración de la Administración, dijo a los reporteros poco antes de las elecciones de 2020 que las políticas de inmigración de Biden resultarían en “fronteras abiertas” y acabarían con la “soberanía” de Estados Unidos.

Antes de la reciente caravana, ya había decenas de miles de migrantes que habían sido detenidos en la frontera de Estados Unidos por la Administración Trump y les habían dicho que esperaran en México hasta las fechas de su corte para presentar sus casos de asilo. Muchos se han rendido y regresado al sur, pero miles permanecen en malas condiciones en el norte de México esperando ingresar a Estados Unidos.

El alto funcionario del equipo de transición de Biden, que habló bajo condición de anonimato, dijo que aquellos que han estado esperando en la frontera, junto con otras poblaciones vulnerables, serán una prioridad para el procesamiento y la entrada, en lugar de los que han llegado recientemente.

El funcionario dijo que los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos para solicitar asilo en las primeras semanas de la nueva Administración “deben comprender que no podrán ingresar a Estados Unidos de inmediato”.

El funcionario también enfatizó que cualquier legislación de inmigración propuesta por la Administración Biden será para inmigrantes indocumentados que ya viven en Estados Unidos, no para aquellos que están considerando llegar ahora.

La Administración Biden desea terminar con la práctica de la Administración Trump que requería que los solicitantes de asilo esperaran en México, conocida como el Protocolo de Protección al Migrante (MPP), pero no permitirá que todos los migrantes ingresen al país al mismo tiempo y tan pronto como Biden asuma el poder, dijo el funcionario.

“Hay ayuda en camino, pero ahora no es el momento de hacer el viaje”, dijo el funcionario.

La Administración entrante también se ha comprometido a revertir las restricciones de asilo impuestas por Trump que han reducido drásticamente el número de personas elegibles para la protección humanitaria.

Con el tiempo, dijo el funcionario, la Administración de Biden planea establecer una forma de procesar de manera segura a los migrantes en la frontera y permitir que los solicitantes de asilo presenten sus solicitudes.

El funcionario de transición se negó a dar detalles sobre lo que los migrantes que viajan en la caravana hondureña encontrarán cuando lleguen a la frontera de Estados Unidos bajo la Administración de Biden, en parte porque esperan recibir más información sobre las capacidades de procesamiento de migrantes de Estados Unidos después de que el demócrata preste juramento este miércoles.

Pero el funcionario dijo que las personas en la caravana “no encontrarán cuando lleguen a la frontera de Estados Unidos, que del martes para el miércoles las cosas han cambiado de la noche a la mañana y los puertos están abiertos y pueden entrar a Estados Unidos”.

Al mismo tiempo, las tasas de COVID-19 están aumentando en Estados Unidos y en todo el mundo. El funcionario dijo que la pandemia, más el tiempo que le tomará a la Administración Biden reiniciar el procesamiento de migrantes y solicitantes de asilo en la frontera sur, hace que ahora sea un momento especialmente difícil para viajar.

“Tenemos que dar un mensaje de que la salud y la esperanza están en camino, pero venir ahora mismo no tiene sentido para su propia seguridad … mientras ponemos en marcha procesos a los que pueden acceder en el futuro”, dijo el funcionario.