La variante Nismo, la más picante, tendría una batería más pequeña para reducir peso.

Como ya se había anunciado, Nissan tiene previsto lanzar un vehículo eléctrico con baterías de estado sólido (ASSB) en 2028. Estas baterías se están desarrollando internamente y se consideran una “tecnología revolucionaria”, ya que duplican la densidad energética en comparación con las actuales baterías líquidas de iones de litio.

Además, los tiempos de carga podrían reducirse a un tercio. El fabricante japonés quiere instalar ASSB en todo tipo de coches, incluidos los de altas prestaciones.

Eso también incluye al GT-R, que lleva en producción desde finales de 2007 si hablamos estrictamente de la actual generación R35. En una entrevista concedida a la revista Top Gear, el jefe global de producto de la compañía, Iván Espinosa, explicó que el peso es el mayor enemigo de los superdeportivos, y dado que las baterías actuales son demasiado pesadas, Nissan pretende esperar a las ASSB para electrificar completamente a Godzilla. Duplicar la densidad energética permitiría a los ingenieros instalar una batería más pequeña que reduciría la penalización del peso al tiempo que mantendría la configuración 2+2.

Las baterías de estado sólido, el gran reto de Nissan
Espinosa continuó diciendo que un GT-R eléctrico tendría dos, tres o incluso cuatro motores, dependiendo de la configuración que quiera desarrollar el equipo de desarrollo. La tracción a las cuatro ruedas es un hecho, con un motor en el eje delantero y otro en las ruedas traseras. En la imagen, el prototipo Hyper Force presentado la semana pasada en el Salón de la Movilidad de Japón contaba con 1.360 CV procedentes de un par de motores eléctricos.

Nissan ya está pensando en una futura versión Nismo con una batería más pequeña para reducir aún más el peso. Según Espinosa, el modelo normal tendría una batería más grande para aumentar la autonomía, mientras que el derivado más picante estaría orientado a los circuitos y sacrificaría la autonomía a cambio de un aumento de las prestaciones al reducir el tamaño de la batería.

El jefe de producto añadió que un GT-R eléctrico no debe convertirse en un “coche superexclusivo”, lo que sugiere que el precio debe seguir siendo (relativamente) asequible en lugar de entrar en el territorio de los supercoches.

Teniendo en cuenta que aún faltan unos cuatro años para la comercialización del ASSB, ¿significa esto que el GT-R R35 aguantará al menos hasta 2028? Es difícil saberlo, pero debemos señalar que el superdeportivo ya se ha dejado de fabricar en Europa debido a la normativa sobre ruido.

Por último, Espinosa está pensando en un deportivo eléctrico mucho más barato que Nissan podría vender a los veinteañeros, pero tampoco está previsto a corto plazo.

Motor 1