Florida, el actual epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, volvió a alcanzar este sábado una nueva marca gris: el estado registró en un solo día las cifras récord de 23,903 nuevos casos de COVID-19 y 13,747 hospitalizaciones, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

El número de muertes a causa del COVID-19 también fue elevado este sábado en el estado del sol. Las autoridades sanitarias reportaron 93 nuevos decesos, solo un día después de informar 199 muertes el viernes.

Los datos sobre el avance de la pandemia en Florida son alarmantes. Aunque el estado representa un 6.5% de la población de Estados Unidos, a finales de esta semana contenía alrededor del 19% de los nuevos casos de coronavirus a nivel nacional.

El promedio de siete días de nuevos casos en el estado era de 18,933 hasta el 5 de agosto, frente a un promedio de siete días de 2,478 el 5 de julio. Eso significa que, en solo un mes, los casos se han disparado en un 664%.

La subida de casos ha sido propiciada por la variante delta, altamente contagiosa, pero también por la resistencia de una gran parte de su población a vacunarse. Según datos oficiales, menos del 60% de la población local está vacunada, por lo que unos 9 millones de personas en el estado aún no han recibido ni una dosis.

En un tuit, Nikki Fried, comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, animó a inmunizarse este sábado a las personas que no se han vacunado. Fried recalcó que 13,747 floridanos están en el hospital recibiendo tratamiento por COVID-19.

“Esto es más que ayer, y el día anterior, y el día anterior”, escribió. “Si no está vacunado, apague la televisión, cierre sus aplicaciones de redes sociales y busque una vacuna que salve vidas en http://vaccines.gov”.

La llegada del verano y la afluencia de turistas a los parques temáticos y las playas del sur del estado también han contribuido a el empeoramiento de la crisis sanitaria. Las aerolíneas han estado reportando vuelos a destinos populares como Orlando y Miami a niveles similares que 2019, antes de que comenzara la pandemia.

La ola de nuevos casos y hospitalizaciones en el estado ha obligado a algunos hospitales del estado, como el Memorial Healthcare System of South Broward, a suspender temporalmente las operaciones electivas para reservar el personal y el espacio en función de los pacientes con COVID.

Hasta el viernes, había 13,427 personas hospitalizadas por COVID-19 en Florida, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que se basó en reportes de 254 hospitales. El Departamento dijo que alrededor de 2,680 personas estaban en cuidados intensivos, un poco más de 42% de las camas de UCI disponibles en el estado.

En el Condado Miami-Dade, el que presenta más contagios, las hospitalizaciones por COVID aún no han alcanzado los niveles del verano de 2020, pero se están acercando.

Las autoridades locales han dicho que están abriendo más centros de pruebas de detección mientras restaurantes, cines, centros comerciales y supermercados han dejado de hacer obligatorio el uso de mascarillas.

El gobernador del estado, el republicano Ron DeSantis, se ha opuesto sistemáticamente al uso de cubiertas faciales y los cierres de negocios. También ha cuestionado las nuevas pautas de los CDC que recomiendan el uso de mascarillas incluso para las personas vacunadas.

“Creo que es muy importante que digamos, de manera inequívoca: no a los cierres de escuelas, no a las restricciones, no a los mandatos'”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa la semana pasada.

Florida registró el nuevo récord de contagios diarios este sábado mientras la variante delta acecha con fuerza todo Estados Unidos: el país también registró este sábado una nueva marca diaria de contagios con 100,000 nuevos casos. Esto a pesar de que al menos una dosis de la vacuna ha sido administrada a más del 70% de la población adulta en el país.