A medida que avanza la temporada 2024 de la Fórmula 1, que ya se encuentra en la cuarta de las 24 rondas previstas para este año, los equipos deben comenzar a gestionar las unidades de potencia.

Esto se debe a que los pilotos solo pueden utilizar una cantidad limitada de motores por temporada, una medida adoptada hace ya unos años para limitar los gastos de las escuderías, que en una época llegaron a usar un motor para clasificar y otro diferente para la carrera.

En el caso de Sergio Pérez, Red Bull Racing montó en el coche Nº11 en Suzuka un nuevo motor de combustión interna, un nuevo turbocompresor, un nuevo MGU-H y un nuevo MGU-K, así como un nuevo sistema de escapes.

Este fue el caso también para el Mercedes de Lewis Hamilton, el Alpine de Esteban Ocon y el RB de Yuki Tsunoda.
Para Ocon, sin embargo, el equipo de Enstone también montó una nueva unidad de control electrónico, algo que también hizo en el coche de su otro piloto, Pierre Gasly, quien además recibió un nuevo sistema de escapes.

Ferrari, en tanto, también montó un nuevo sistema de escapes para los coches de Charles Leclerc y Carlos Sainz.

Ninguno de estos cambios implican alguna sanción para los involucrados, ya que se encuentran dentro de las reglas impuestas por la FIA.

En el reglamento deportivo de la Fórmula 1, artículo 2.1.2 se refiere a los cambios en las unidades de potencia y establece que “ningún piloto puede utilizar más de 4 motores de combustión interna (ICE), 4 MGU-H, 4 turbocompresores (TC), 2 baterías (ES), 2 unidades de control electrónico (CE), 4 MGU-K y 8 de cada uno de los cuatro componentes que constituyen el sistema de escape durante una misma temporada”.

Por último, el equipo Mercedes también colocó nuevas cajas de cambios tanto los monoplazas de Hamilton y George Russell.

Por otro lado, la escudería de Brackley confirmó en la previa del Gran Premio de Japón que el motor que falló en el coche de Hamilton en Australia y que le causó el abandono ya no podrá ser utilizado en la temporada.

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