El presidente electo, Joe Biden, prevé implementar desde su primer día en el cargo una serie de órdenes ejecutivas que anularían las estrictas políticas migratorias de la Administración de Donald Trump, como el veto migratorio y el bloqueo para solicitar asilo. A ello se sumaría profunda reforma migratoria que otorgará green cards inmediatas a los beneficiarios del programa DACA y TPS.

Aún no se ha hecho público el texto del paquete legislativo, pero activistas y autoridades que lo conocen han revelado algunos de los puntos principales que incluiría.

Ciudadanía para inmigrantes indocumentados
En su primer día en el cargo, el presidente electo anunciará una legislación migratoria que, entre otras cosas, ofrecerá un camino a la ciudadanía de ocho años a un estimado de 11 millones de inmigrantes sin documentos que viven en Estados Unidos.

Aunque se desconocen la mayoría de los detalles, se prevé que los inmigrantes indocumentados que vivan en el país y no tengan un estatus legal sean elegibles para obtener la residencia permanente después de cinco años, y que les sea posible solicitar la ciudadanía después de tres años más. En el plan de ocho años, los inmigrantes entrarían en el primer lustro en un estatus de protección temporal que después les permitiría solicitar una tarjeta de residencia permanente, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos como haber pagado impuestos y no contar con antecedentes penales.

“Esto realmente representa un cambio histórico de la agenda antinmigrante de Trump, al reconocer que todos los inmigrantes indocumentados que están actualmente en Estados Unidos deberían ser puestos en un camino hacia la ciudadanía”, dijo a la agencia de noticias The Associated Press Marielena Hincapie, directora ejecutiva del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, quien fue informada sobre la legislación.

La ley constituiría uno de los mayores esfuerzos para conceder estatus legal a inmigrantes sin documentos desde 1986, cuando el presidente Ronald Reagan otorgó ciudadanía a casi 3 millones de personas.

Beneficios para quienes tengan DACA
La profunda reforma migratoria de Biden otorgará green cards inmediatas a los beneficiarios del programa DACA y TPS dijo este fin de semana la vicepresidenta electa, Kamala Harris, a la cadena Univision. No obstante, no ha quedado claro cuándo o cómo se cumplirá con dicha promesa.

El nuevo Gobierno va a “reconocer y agradecer a los más de 200,000 dreamers que han sido trabajadores fundamentales durante la pandemia de COVID-19”, dijo Harris.

Además, la nueva Administración extenderá por cuatro años más el programa DACA, el cual estuvo bajo ataque por el Gobierno de Trump. A principios de diciembre, un juez federal de Nueva York ordenó restaurar en su totalidad el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA.

Apertura a la solicitud de asilo en la frontera
Desde su campaña, Biden se ha comprometido a eliminar el protocolo Quédate en México (Migrant Protection Protocols, en inglés), que obliga a solicitantes de asilo a permanecer en estados peligrosos en México mientras esperan la resolución de sus casos ante las cortes migratorias en Estados Unidos.

De acuerdo con el proyecto TRAC de la Universidad de Syracuse, más de 69,000 personas solicitantes de asilo han sido rechazadas en la frontera y sujetas al programa ‘Quédate en México’.

Pese a ser una de sus principales promesas, es posible que el presidente electo tarde en cumplirla.

“El cronograma es hacerlo para que, de hecho, lo hagamos mejor y no peor”, dijo Biden en diciembre, según The Washington Post. “Probablemente se necesitarán los próximos seis meses para implementarlo”.

¿Cuánto podrían tardar?
No está claro qué tan rápido se podrían implementar las medidas que ha prometido. Temas prioritarios, como las crisis de salud y economía, así como la dificultad para dar vuelta atrás a las estrictas políticas implementadas por Trump, podrían retrasar los cambios que plantea.

Algo similar ocurrió con el presidente Barack Obama, quien no presentó su prometida reforma migratoria sino hasta el segundo mandato. Esfuerzos pasados para reformar la política de inmigración fracasaron en 2007 y 2013.

Según Domingo García, expresidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos, Biden dijo en una llamada telefónica con varios activistas que el juicio político de Trump en el Senado podría retrasar la discusión de la reforma migratoria más allá de los primeros 100 días de la nueva Administración.

Para que la reforma migratoria tenga éxito en un Congreso dividido, la estrategia será aprobar pequeñas legislaciones que servirán como base de un proyecto legislativo más amplio, dijo el congresista democrático Raul Ruiz a CBS News.

Según el medio, una propuesta legislativa a cargo del congresista Joaquin Castro propondría que trabajadores inmigrantes que trabajen en rubros considerados esenciales obtengan green cards (residencias permanentes) y suspensión de deportación mientras sus casos son resueltos en las cortes migratorias.

Aunque los activistas celebraron como progresiva la propuesta de reforma migratoria, insisten en que la inmigración debe ser una prioridad a pesar de los otros desafíos que enfrentará la Administración Biden.

“Dejamos muy claro, todos nosotros colectivamente, que debido a que es una nueva Administración y el Senado y la Cámara estarán bajo el control del mismo partido, que necesitan abordar la inmigración”, dijo Ramiro Cavazos, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos, a CBS News. “Perdimos esa oportunidad bajo el presidente Obama y claramente, durante los últimos cuatro años, los latinos han sido atacados”.

Agencias