Las empresas tecnológicas líderes en China siguen comprando unidades de procesamiento gráfico de Nvidia para entrenar modelos de inteligencia artificial a pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos.

Según un informe del Financial Times, las empresas chinas han invertido 5000 millones de dólares en GPUs de Nvidia a pesar de que el rendimiento de los chips disponibles en el mercado chino esté limitado deliberadamente para cumplir con las restricciones del gobierno estadounidense.

El año pasado, Estados Unidos tomó medidas contundentes para limitar la capacidad de China de desarrollar IA con fines militares. Washington fijó un límite en la velocidad máxima de procesamiento de los chips que podrían venderse en China, así como en la velocidad a la que los chips transfieren datos, un factor crítico cuando se trata de entrenar grandes modelos de IA.

Nvidia acató la decisión reduciendo la tasa de transferencia de datos en los chips que comercializa para el mercado chino. Por ejemplo, su producto más potente, el chip H100, tiene una tasa de transferencia de 900 GB/s. En comparación, la versión para China del mismo chip, el H800, tiene una tasa de transferencia de datos de 400 GB/s; menos incluso que el límite de 600 GB/s que establece el gobierno de Estados Unidos.

A pesar de estas limitaciones, las GPUs de Nvidia siguen siendo la mejor opción para empresas tecnológicas chinas como Lenovo, que anuncia servidores con chips H800 como “idénticos en todos los sentidos” a los H100 vendidos en otras partes del mundo, salvo por la tasa de transferencia de datos. Y es que fuera de Google, que desarrolla su propio hardware, las GPUs de Nvidia se han convertido en la herramienta principal para entrenar grandes modelos de IA.

Pero China no podrá depender de Nvidia por mucho tiempo. Según Bill Dally, científico jefe de la compañía, los controles de exportación de EE.UU. tendrán un mayor impacto en el futuro. Si los requisitos de entrenamiento para los sistemas de IA más avanzados continúan duplicándose cada seis a doce meses, la brecha entre los chips vendidos en China y los disponibles en el resto del mundo “crecerá rápidamente”.

Gizmodo