El sistema de asilo de protección de Estados Unidos está a punto del colapso con hasta dos millones de peticiones de asilo retrasadas, y llegadas récord de migrantes que buscan el alivio en la frontera entre Estados Unidos y México, dicen expertos.
La administración Biden ha recurrido a vías alternativas para brindar protección temporal a algunos, al tiempo que impone restricciones al asilo. Sin embargo, sin un sistema y recursos más eficiente para juzgar los casos de asilo y vías legales ampliadas para satisfacer las crecientes necesidades de protección, los tribunales de inmigración y las oficinas de asilo del país estarán cada vez más abrumados y las personas que necesitan protección no la recibirán de manera oportuna, revela un nuevo informe del Instituto de Política Migratoria (MPI), que examina el estado actual del sistema de protección humanitaria de Estados Unidos.
Titulado “El sistema de asilo de EE. UU. enfrenta demandas récord”, el reporte sostiene que las leyes de inmigración estadounidenses, redactadas hace décadas, siguen estancadas en el pasado y ya no son adecuadas para su propósito.
Por ejemplo, el año fiscal 2022 (del 1 de octubre de 2021 a septiembre 30 de octubre de 2022), los funcionarios estadounidenses registraron poco menos de 2.4 millones de encuentros o intersecciones de migrantes en la frontera suroeste, con muchos inmigrantes liberados en el país y autorizados a solicitar asilo. No obstante, en el año fiscal 2023, hubo casi 2.5 millones de encuentros.
“Los esfuerzos del gobierno son insuficientes para afrontar la magnitud del desafío”, escribió Kathleen Bush-Joseph, analista de políticas del MPI.
“De cara al futuro, sólo el Congreso puede actualizar las leyes de inmigración de Estados Unidos y fortalecer de manera más duradera las medidas que ha tomado el poder ejecutivo, incluida la provisión de vías de inmigración además de solicitar asilo”, dijo.
Estados Unidos opera dos procesos de asilo: afirmativo y defensivo, dependiendo de cómo los individuos ingresan al país y cómo los procesan los funcionarios fronterizos. Quienes cruzan la frontera sin autorización y quienes están en Estados Unidos y en medio de la deportación, exponen sus casos ante los tribunales de la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración (EOIR), a traves del proceso de asilo defensivo, mientras que las personas que no están bajo deportacion, pueden solicitar asilo afirmativo.
Dentro del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), independientemente del proceso en el que se encuentren, los migrantes deben solicitar asilo dentro del año siguiente a su entrada a los Estados Unidos.
Tanto USCIS como EOIR recibieron números récord de solicitudes de asilo en el año fiscal 2023. USCIS recibió 431,000 solicitudes de asilo afirmativo, siendo los venezolanos, cubanos, colombianos, nicaragüenses y haitianos las principales nacionalidades.
La EOIR, por otra parte, recibió 316,000 solicitudes de asilo defensivo hasta el tercer trimestre del año fiscal 2023. La mayoría de los solicitantes de asilo hoy llegan a la frontera entre Estados Unidos y México sin autorización, pero no son examinados para recibir protección debido a limitaciones de recursos. En cambio, los funcionarios fronterizos liberan a los inmigrantes en el país para esperar los procedimientos de deportación en los tribunales de inmigración. Ya sea que se realicen controles en la frontera o no, los solicitantes de asilo deben presentar sus solicitudes de asilo en el interior de los Estados Unidos ante USCIS o EOIR.
No obstante, las adjudicaciones no han seguido el ritmo de las solicitudes y, como resultado, los retrasos se han disparado.
USCIS ahora tiene más de 1 millón de solicitudes de asilo afirmativo pendientes, y algunos solicitantes esperan años para obtener una entrevista. En EOIR, había 851,000 casos de asilo pendientes solamente en el tercer trimestre del año fiscal 2023, de 2.16 millones de casos judiciales de inmigración. Estas cifras no incluyen a los inmigrantes a quienes se les ha permitido ingresar el país pero aún no han presentado una solicitud de asilo.
No obstante, en el año fiscal 2022, USCIS otorgó asilo a unas 14,000 personas y los tribunales de inmigración concedieron asilo a 22,000 personas solamente.
A pesar de este cambio radical de personas que llegan a la frontera, los estatutos de asilo de Estados Unidos permanecen prácticamente sin cambios desde la década de 1990.
Hasta ahora, el presidente Joe Biden, ha dicho repetidamente que los inmigrantes son una de las fortalezas del país, no obstante sus empujes para una reforma son poco visibles. Por su parte, el expresidente Donald Trump, sigue abogando por un control más estricto de la inmigración.
Estudios del Pew Research Center dados a conocer en junio de 2023, dicen que sólo el 23% de los estadounidenses ciudadanos revelaron que el gobierno está haciendo un buen trabajo al tratar con el gran número de personas que buscan asilo en la frontera, mientras que más del triple (73%) dijo que está haciendo un mal trabajo.
Casi la mitad de los estadounidenses (47%) consideraba que la inmigración ilegal es un problema muy grande en el país, frente al 38% del año pasado.
Por su parte, las opiniones del público sobre posibles acciones para abordar la situación en la frontera no han cambiado mucho en los últimos años. Aproximadamente la mitad (52%) dijo que es muy importante exigir que las personas que buscan asilo, presenten sus solicitudes antes de viajar a la frontera. Y el 49% dice que es muy importante aumentar el personal y los recursos para patrullar y vigilar la frontera.
El reciente acuerdo bipartidista de Biden, que entre varios compromisos, establecería el objetivo de acelerar la revisión de las solicitudes de asilo con hasta seis meses máximo, fue desechado en el Senado por republicanos y repudiado por los activistas.
Los defensores de los inmigrantes rápidamente criticaron la propuesta argumentando que “este plan habría cambiado fundamentalmente las protecciones centrales de nuestro país para las personas que buscan seguridad”, dijeron activistas de la American Civil Liberties Union (ACLU).
Mientras tanto, el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes enfatizó que el acuerdo haría que el asilo fuera “en gran medida imposible de obtener para aquellos a quienes se les permite solicitarlo en los puertos de entrada”.
Por su parte, los republicanos argumentaron que se oponían a la legislación porque “falla en todas las áreas políticas necesarias para asegurar nuestra frontera y, de hecho, incentivaría una mayor inmigración ilegal”.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.