WASHINGTON, 13 ene (Reuters) – Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron notablemente en diciembre por un alza de la gasolina, pero la inflación subyacente se mantuvo controlada en momentos en que la economía lucha contra la pandemia del COVID-19, que ha pesado en el mercado laboral y en el sector de servicios.
El Departamento de Trabajo dijo el miércoles que su índice de precios al consumidor subió un 0,4% el mes pasado tras haber ganado un 0,2% en noviembre. Un incremento del 8,4% de los precios de la gasolina representó más del 60% del alza del IPC. En los 12 meses hasta diciembre, el IPC avanzó un 1,4% después de haber subido un 1,2% en noviembre.
Las lecturas del IPC del mes pasado estuvieron en línea con las expectativas de los economistas. El alza del 1,4% en 2020, es la menor desde 2015 y una desaceleración desde el 2,3% de 2019.
El IPC ha subido a una tasa anual promedio del 1,7% en los últimos 10 años.
Excluyendo alimentos y energía, el IPC subió un 0,1% después de haber aumentado un 0,2% en noviembre. El llamado IPC básico se vio limitado por la disminución de los precios de los automóviles y camiones usados, las actividades recreativas, las tarifas aéreas y la atención médica.
El IPC subyacente aumentó un 1,6% interanual, igualando la subida de noviembre. Se incrementó un 1,6% en 2020 después de un 2,3% en 2019. La medición estuvo por debajo de la tasa promedio anual del 2,0% de los últimos 10 años.
El sector de servicios, que representa más de dos tercios de la economía estadounidense, ha sido el más afectado por el virus. La Reserva Federal vigila un promedio flexible del índice de precios del gasto de consumo personal básico (PCE) para su objetivo de inflación del 2%. El índice de precios del PCE está en el 1,4%.
Los economistas están divididos en cuanto a las perspectivas de inflación para este año.
Algunos creen que la inflación superará su objetivo, citando casi 900.000 millones de dólares más de ayuda por la pandemia aprobados por el gobierno a finales de diciembre y las expectativas de más gasto fiscal por parte del gobierno del presidente entrante Joe Biden y un Congreso controlado por los demócratas.
Biden prestará juramento el próximo miércoles. De hecho, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos han aumentado en previsión de un mayor crecimiento económico en la segunda mitad del año.
Otros economistas esperan que las presiones de precios sigan siendo benignas, porque los fabricantes tienen una capacidad limitada para trasladar el aumento de los costos de producción a los consumidores, cuando hay al menos 19 millones de estadounidenses con subsidios de desempleo.
No obstante, todos están de acuerdo en que la inflación interanual aumentará en los próximos meses, por las débiles lecturas que hubo en marzo, abril y mayo por el coronavirus.
(Reporte de Lucia Mutikani; Editado en español por Javier López de Lérida)