BERLÍN (AP) — El gobierno alemán rechazó rotundamente el lunes las acusaciones de que la filtración por parte de Rusia de una conversación de funcionarios militares de alto rango de Alemania era un indicio de que Berlín se preparaba para una guerra contra Rusia.

Al mismo tiempo, el gobierno trató de contener las repercusiones internas de la filtración y prometió una rápida investigación sobre cómo era posible que una conversación de altos cargos militares alemanes pudiera ser interceptada y publicada.

“Está absolutamente claro que tales afirmaciones de que esta conversación demostraría que Alemania está preparando una guerra contra Rusia es una propaganda rusa absurdamente infame”, dijo un portavoz del canciller alemán Olaf Scholz a los medios en Berlín.

El vocero del gobierno alemán Wolfgang Buechner señaló que la filtración forma parte de la “guerra informativa” de Rusia contra Occidente y que el objetivo era crear discordia dentro de Alemania.

En la grabación de 38 minutos se escucha a oficiales militares hablando en alemán sobre cómo Kiev podría utilizar misiles Taurus de largo alcance contra las fuerzas invasoras rusas. Aunque las autoridades alemanas no han cuestionado la autenticidad de la grabación, Scholz dijo hace una semana que la entrega de ese tipo de armas a Ucrania no está dentro de las opciones, y que no quiere que Alemania se vea arrastrado a una guerra.

Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso amenazó el lunes a Alemania con “graves consecuencias” en relación con la filtración, aunque no dio más detalles.

“Si no se hace nada y el pueblo alemán no pone fin a esta situación, habrá consecuencias nefastas, en primer lugar para la propia Alemania”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.

Las relaciones entre ambos países no han dejado de deteriorarse desde que Rusia invadió Ucrania hace dos años.

Margarita Simonyan, editora jefe del canal de televisión financiado por el Estado ruso RT, publicó la filtración de audio en las redes sociales el viernes, el mismo día en que el fallecido político opositor Alexei Navalny recibía sepultura tras su muerte ocurrida hace dos semanas en una colonia penal del Ártico, y de la cual aún no se ha proporcionado una causa. Además, la noticia salió a la luz pocas semanas antes de las elecciones presidenciales rusas.