Millones de pobladores de América alzaron este sábado (14.10.2023) sus miradas al cielo para apreciar el eclipse solar anular, que produjo un efecto llamado “anillo de fuego” debido a que la Luna no alcanza a cubrir de forma total el Sol.

Poco después de las 8:00 hora local (14:00 CET), la Luna empezó a cubrir el Sol en la localidad de Eugene, en el estado Oregón (EE.UU.), según mostró la transmisión en directo de la NASA.

Sin embargo, en algunas partes de Estados Unidos pasó inadvertido a causa del mal tiempo, como ocurrió en zonas de California.

Expectación en el Caribe mexicano y Centroamérica
Previo a su paso por Sudamérica, el fenómeno congregó a multitudes en universidades, observatorios astronómicos, sitios arqueológicos de Honduras y México, como las majestuosas pirámides de Teotihuacán, en el Volcán Masaya en Nicaragua o en playas del Caribe de Costa Rica.

El eclipse anular que se observó en parte de la Península de Yucatán atrajo la atención de fotógrafos aficionados y profesionales que se reunieron en la comunidad rural de Francisco Villa, muy cerca de la zona arqueológica de Kohunlich, aunque no dejó todo en penumbras como muchos esperaban.

Desde varios puntos del estado, pero principalmente de Cancún, fotógrafos, amigos y familiares se trasladaron al punto más accesible donde, según las coordenadas, sería visible el llamado “anillo de fuego”.

En Belice, los habitantes de todo el país compartieron fotografías y vídeos del fenómeno en las redes sociales. Mientras que en El Salvador, donde se pudo observar en un 83 %, los niños fueron los más entusiasmados. En tanto, en Honduras, el anillo solar fue visto en su totalidad en La Ceiba, (departamento de Atlántida), Méndez, Boca Mame y San Francisco (Yoro) y Gualaco, Santa María del Real y Catacamas (Olancho), en el norte y este del país.

También los espectadores nicaragüenses acudieron en masa a diferentes puntos de observación en el país para ser testigos del eclipse, que se convirtió en la noticia del día en las redes sociales, sobre todo para emitir recomendaciones para proteger la vista.

Beethoven acompañó el eclipse en Panamá
En la provincia de Coclé, en el centro de Panamá, el eclipse se pudo apreciar en su totalidad.

En el Observatorio Astronómico de Panamá (OAP), de la Universidad Tecnológica en Coclé, la expectación fue máxima durante toda la mañana, con telescopios preparados apuntando al cielo y niños y mayores atentos con visores especiales, hasta que hacia las 13:12 hora local (18:12 GMT) se alcanzó el punto máximo de un fenómeno con una duración aproximada de unas tres horas y media.

Hubo aplausos e incluso una violinista tocó la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, antes de que todo se oscureciera en una mañana en la que por momentos se pensó que las nubes podrían arruinar el espectáculo.

En el Planetario de Bogotá, un centro astronómico de la capital de Colombia, un millar de personas vibraron alrededor del mediodía cuando las nubes permitieron ver el eclipse.

El mal clima amenazó con impedirlo, pero el “anillo de fuego”, el efecto que crea el hecho de que la Luna no tape por completo el Sol, se dejó ver por unos segundos y provocó sonrisas y llanto de felicidad.

Eclipse con nube tóxica en Manaos
En un escenario similar al de Bogotá, en Manaos, capital del estado de Amazonas, en el noroeste de Brasil, el eclipse pudo observarse pese al cielo gris debido a la nube tóxica que envuelve la ciudad desde hace días por incendios en la selva amazónica.

En Venezuela, cientos de personas acudieron emocionados e intrigados a un parque en Caracas, donde fueron instalados más de una docena de telescopios y se repartieron lentes especiales.

En las inmediaciones del Planetario Humboldt, dentro del parque Francisco de Miranda, la mayoría de los asistentes observaron el eclipse con anteojos especiales y unos pocos usaron filtros de máscaras de soldar o placas de radiografías, mientras que una gran pantalla transmitía en vivo.

Tras recorrer una buena parte de América el eclipse, que duró alrededor de 351 minutos (algo menos de 6 horas), terminó al atardecer en el Océano Atlántico.

jc (efe, afp)